Las tres tipologías responden a una única lógica formal: la espacialidad de cada vivienda se desarrolla en torno a dos bloques inamovibles, uno de ellos va a contener los servicios húmedos y el otro va a estar formado por el acceso, las circulaciones verticales y cocinas de cada vivienda. El bloque de circulaciones y cocinas va a delimitar el espacio interior de cada vivienda, mientras que el bloque de servicios húmedos se presenta a modo de núcleo aislado en el centro de la vivienda, generando un espacio circulatorio en torno del mismo y articulando los espacios publico-privado hacia la fachada norte y sur respectivamente. De este modo obtenemos una planta fácilmente adaptable a cada ocupante, dejando a criterio del mismo la colocación de cerramientos verticales mediante paneles móviles.
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